. En Japón,
las mujeres utilizaban el agua de arroz para recuperar la piel seca y la
cáscara de arroz para exfoliar la epidermis. El polvo de arroz se comenzó a
utilizar en Francia a comienzos del siglo XX para tratar imperfecciones de la
piel. Estas pastillas de jabón tienen como único ingrediente arroz, sin
colorantes ni aceites esenciales.
El jabón de
arroz es un potente antioxidante, ilumina las pieles cansadas y apagadas por el
stress, difumina las arrugas de rostro y cuello. Especialmente indicado para
pieles sensibles, irritadas, con acné ya que es suavemente astringente,
cicatrizante y antiinflamatorio. Ideal para bebes.
Estimula
la producción de colágeno natural, por
lo que está indicado también para las pieles maduras y secas. Es un potente
protector solar y como champú refuerza la fibra natural del cabello, aportando
volumen y suavidad.
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